miércoles, 8 de octubre de 2008

VALLE DEL RÍO ERMITO


Adentrados ya en la que probablemente sea la más bella estación del año, dirigiremos nuestros pasos esta vez a una de las zonas menos conocidas de la sierra madrileña. Lejos del bullicio de lugares como La Pedriza o la sierra del Guadarrama, nuestro objetivo de octubre goza de una paz y una tranquilidad envidiables, difíciles ya de encontrar tan cerca de Madrid . Para mayor deleite de nuestros sentidos, conforme nos vayamos acercando, ya desde los coches, tendremos la oportunidad de contemplar las bellas estampas que cada año por estas fechas la Naturaleza nos regala. Ocres, rojos, amarillos, anaranjados, colores vivos del otoño que nos harán olvidar por un momento la ajetreada y estresante vida urbanita a la que cada día nos vemos sometidos.
Paseando por el valle del Ermito podremos disfrutar de todo esto, y de un silencio casi monástico. Junto con la contemplación de bellas especies botánicas, probablemente en todo su esplendor otoñal, como son el roble, el abedul, y el haya, que tiene algo de mágico. También algún que otro tejo, algún acebo, y matorral mediterráneo.
Una excursión sencilla, de unos dieciséis kilómetros, sin apenas desnivel (sólo cien metros), para darse un paseo por el campo y disfrutar del otoño lejos de la capital.